Los periodistas somos cada vez más necesarios. ¿Cómo podemos realizar tal afirmación en esta época de crisis? Muchas voces se alzan en estos tiempos para que los gobiernos proporcionen ayuda financiera para la viabilidad de las empresas de medios. Medios europeos y estadounidenses piden directa o indirectamente ayuda para solventar la crisis que también afecta a los medios.
Según publica 233 grados.com, en España, la Asociación de Editores de Diarios Españoles (Aede) ha asegurado que la prensa mantiene una base de negocio muy sólida, pero que aún así el impacto de la crisis es innegable y por tanto el Estado español debería brindarle algún tipo de respaldo financiero, como hacen otros países de Europa.
También la Asociación Española de Prensa Gratuita (AEPG) ha solicitado algún tipo de ayuda fiscal que evite mas cierres de medios gratuitos como el ocurrido recientemente con la versión digital de ADN.es y, anteriormente, con el cierre de Metro. La entidad -que está contactando a otras asociaciones del sector para unir fuerzas- pretende que el Ejecutivo reduzca algunas partidas fiscales para las empresas editoras de gratuitos y que conceda ayudas al fomento de la lectura, el transporte, la modernización tecnológica, el aumento de la publicidad institucional y la defensa del copyright.
Uno de los últimos en pedir algún tipo de ayuda ha sido el Consejero Delegado del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrian. El periodista ha dicho que los poderes legislativo y ejecutivo tienen la "obligación" de intervenir en la crisis que atraviesan los medios. El responsable de Prisa ha puntualizado que no solicita ayudas directas, como piden las asociaciones de periódicos y los medios gratuitos, sino "reglas de juego que sean más viables y favorecedoras al mantenimiento de este sistema de comunicación esencial para la democracia".
Desde luego tenemos en ciernes un panorama sombrío para el sector de medios y por consiguiente para los profesionales del periodismo. De hecho, muchos periodistas de gran e impecable trayectoria profesional tienen sobre sus cabezas la espada de Damocles de los ERES. Y los periodistas jóvenes, atraviesan una fase de incertidumbre que, en algunos casos, se convierte en una frustración al considerar que se equivocaron al escoger sus carreras. Este es un mal que aqueja a muchos periodistas a escala global. Pasa en Estados Unidos, en Francia, en Argentina y Japón. Y pasa también en España.
Somos conscientes que el periodismo y los medios atraviesan una doble crisis. Es verdad. Pero, pedir ayudas a los estados ¿no estaríamos cayendo quizás en el peligro de hipotecar la verdad, la independencia y la objetividad del periodismo? Al respecto, creo que caben otras formulas y alternativas antes de llegar a situaciones desesperadas que hagan del periodismo una simple actividad mercantil.
Según Jeff Jarvis, autor del blog Buzz Machine, el periodismo debe permanecer en el mercado por su propio peso y en base a modelos de negocios nuevos que se ajusten a los cambios que vive la profesión. En concordancia con esa afirmación, los medios deben crear y experimentar. Crear y producir utilizando un modelo de prueba-error-solución. El reto está en encontrar y saber aplicar soluciones a medio y largo plazo con el único objetivo de salvar el periodismo como profesión, mantener los puestos de trabajo y seguir sirviendo a la sociedad. El periodismo debe encajar en modelos de negocio adaptados a la era internet, a la participación ciudadana y a la inteligencia colectiva. La metamorfosis no solo se debe producir en la estructura del negocio de los medios, con más o menos innovación tecnológica, sino, y mas importante, en el cambio de mentalidad sobre el nuevo concepto del periodismo y la forma de hacer negocios con los nuevos medios.
Ya lo dijo Darwin: “…. la especie que sobrevive es la que mejor se adapte al cambio”. Con esta mentalidad, los periodistas seremos cada vez más necesarios y los medios podrán seguir ostentando su primacía como poder.